Foto: La Jornada
Pumas tiró la toalla y prácticamente renunció a la defensa de su título: “Hoy se nos aleja la liguilla por no conseguir los tres puntos” ante Chivas, admitió el técnico Ricardo Ferretti, tras el empate 1-1 en un partido en el que el campeón tuvo orgullo y garra, pero dio una patética cátedra de cómo fallar ante el marco enemigo.
El equipo de la UNAM contó con todo en su favor, el estadio México 68 pletórico y expectante, y enfrente un rival de gran convocatoria, en duelo que algunos bautizaron como “el clásico de los desplegados y mantas”, iniciado por Jorge Vergara, al que hoy dio continuidad el equipo auriazul con diversas leyendas:
“Jamás te daré la espalda; no es el estilo de nuestra raza”, “Juntos en el festejo y juntos en el esfuerzo”, “Hoy somos más pumas que nunca”. Y la más elocuente: “Si no es ahora, ¿cuándo?; si no es aquí, ¿dónde?; si no eres tú, ¿quién?”. Pero el ingenio, el apoyo y el permanente aliento desde la tribuna no bastó.
Si el Guadalajara se vistió con uniforme gris y jugó en esa tonalidad, para salir del estadio con un punto que le supo a gloria, los que se tiñeron de negrura y de infortunio fueron Dante López y Martín Bravo, quienes fallaron al menos cinco claras opciones de gol.
Pumas saltó a la cancha con prestancia y viveza que lo llevaron a pelear cada balón, a anticiparse y encimar marcas; el único que mantuvo su trote lerdo y que con dificultad entró a la dinámica del resto fue el paraguayo López. Aun así, los auriazules hicieron explotar el festejo al minuto seis con gol de Jehu Chiapas.
La zaga rojiblanca se hizo bolas en un avance del club universitario; el esférico rodó cerca de Chiapas, quien no lo pensó y rubricó la anotación con un sólido zurdazo.
Darío Verón y Marco Palacios realizaron incursiones sorpresivas al frente para aprovechar su elevada estatura, pero poco después la defensa rojiblanca se plantó mejor y controló los embates, como el emprendido por Martín Bravo tras sacar al portero, en el que la zaga rival evitó la segunda anotación.
Al minuto 20 Chivas respondió por conducto de Javier Chicharito Hernández con una media vuelta que se estrelló en el travesaño y que arrancó el rugido de “¡Chivas-Chivas!”
Darío Verón fue un baluarte atrás y en un par de ocasiones desarmó al desquiciante Chicharito, quien además pecó de individualista.
El equipo de la UNAM contó con todo en su favor, el estadio México 68 pletórico y expectante, y enfrente un rival de gran convocatoria, en duelo que algunos bautizaron como “el clásico de los desplegados y mantas”, iniciado por Jorge Vergara, al que hoy dio continuidad el equipo auriazul con diversas leyendas:
“Jamás te daré la espalda; no es el estilo de nuestra raza”, “Juntos en el festejo y juntos en el esfuerzo”, “Hoy somos más pumas que nunca”. Y la más elocuente: “Si no es ahora, ¿cuándo?; si no es aquí, ¿dónde?; si no eres tú, ¿quién?”. Pero el ingenio, el apoyo y el permanente aliento desde la tribuna no bastó.
Si el Guadalajara se vistió con uniforme gris y jugó en esa tonalidad, para salir del estadio con un punto que le supo a gloria, los que se tiñeron de negrura y de infortunio fueron Dante López y Martín Bravo, quienes fallaron al menos cinco claras opciones de gol.
Pumas saltó a la cancha con prestancia y viveza que lo llevaron a pelear cada balón, a anticiparse y encimar marcas; el único que mantuvo su trote lerdo y que con dificultad entró a la dinámica del resto fue el paraguayo López. Aun así, los auriazules hicieron explotar el festejo al minuto seis con gol de Jehu Chiapas.
La zaga rojiblanca se hizo bolas en un avance del club universitario; el esférico rodó cerca de Chiapas, quien no lo pensó y rubricó la anotación con un sólido zurdazo.
Darío Verón y Marco Palacios realizaron incursiones sorpresivas al frente para aprovechar su elevada estatura, pero poco después la defensa rojiblanca se plantó mejor y controló los embates, como el emprendido por Martín Bravo tras sacar al portero, en el que la zaga rival evitó la segunda anotación.
Al minuto 20 Chivas respondió por conducto de Javier Chicharito Hernández con una media vuelta que se estrelló en el travesaño y que arrancó el rugido de “¡Chivas-Chivas!”
Darío Verón fue un baluarte atrás y en un par de ocasiones desarmó al desquiciante Chicharito, quien además pecó de individualista.
Ferretti fue los 90 minutos un manojo de nervios, agitó las manos cual veletas, vociferó y protestó en forma incansable. Para el complemento buscó dar fuerza a su ataque con el ingreso de Ismael Íñiguez y sacó a Chiapas por una contractura en la pierna derecha.
A su vez, Raúl Arias, desde un palco, determinó el ingreso de Omar Arellano, pero fue el Chicharito quien decretó el empate tras un centro de Xavier Báez, y corrió a festejar frente a la cabecera sur, ante su eufórico público.
El Tuca sacó a Martín Bravo e ingresó a Francisco Palencia, quien erró una gran oportunidad y dio buenos servicios a un Dante que cuando disparó con tino se topó con la eficacia del portero Luis Michel.
El alarido más decepcionante para las hordas auriazules lo generó López tras estrellar el balón en el poste izquierdo. Luego, al minuto 77 volvió a fallar en forma inconcebible, cuando sólo debía puntear el esférico.
Al 92 de tiempo corrido Báez recibió su segundo cartón amarillo en forma rigorista del silbante José Alfredo Peñaloza.
Ferretti declaró que su equipo “jugó mucho mejor de lo que lo venía haciendo. Mostró ganas, actitud y generó muchas opciones de gol. Fue importante el progreso, pero no quedamos satisfechos porque no fuimos contundentes... infelizmente somos seres humanos y cometemos errores”.
Cuando se le preguntó si admitía haber hecho una pésima defensa del título, respondió: “Ustedes pongan lo que quieran, nosotros tratamos de salir de esta situación tan desagradable y es una etapa para aceptar críticas, así que todo lo que quieran escribir es bienvenido”.
De su lado, Raúl Arias señaló: “Estoy contento por el punto, pero hemos tenido mucha suerte. Pumas tuvo más opciones y merecía más, pero así es el futbol”. Reconoció que Chivas está bajo en la parte física y táctica, y actualmente están enfrascados cuerpo técnico y jugadores en el conocimiento mutuo.
El presidente deportivo Rafael Lebrija parecía un sonriente candidato en campaña política. A su paso, los seguidores rojiblancos se le abalanzaron para saludarlo y pedirle títulos para el Rebaño. Dijo que le gustó el partido y se retiró contento por el punto logrado.
A su vez, Raúl Arias, desde un palco, determinó el ingreso de Omar Arellano, pero fue el Chicharito quien decretó el empate tras un centro de Xavier Báez, y corrió a festejar frente a la cabecera sur, ante su eufórico público.
El Tuca sacó a Martín Bravo e ingresó a Francisco Palencia, quien erró una gran oportunidad y dio buenos servicios a un Dante que cuando disparó con tino se topó con la eficacia del portero Luis Michel.
El alarido más decepcionante para las hordas auriazules lo generó López tras estrellar el balón en el poste izquierdo. Luego, al minuto 77 volvió a fallar en forma inconcebible, cuando sólo debía puntear el esférico.
Al 92 de tiempo corrido Báez recibió su segundo cartón amarillo en forma rigorista del silbante José Alfredo Peñaloza.
Ferretti declaró que su equipo “jugó mucho mejor de lo que lo venía haciendo. Mostró ganas, actitud y generó muchas opciones de gol. Fue importante el progreso, pero no quedamos satisfechos porque no fuimos contundentes... infelizmente somos seres humanos y cometemos errores”.
Cuando se le preguntó si admitía haber hecho una pésima defensa del título, respondió: “Ustedes pongan lo que quieran, nosotros tratamos de salir de esta situación tan desagradable y es una etapa para aceptar críticas, así que todo lo que quieran escribir es bienvenido”.
De su lado, Raúl Arias señaló: “Estoy contento por el punto, pero hemos tenido mucha suerte. Pumas tuvo más opciones y merecía más, pero así es el futbol”. Reconoció que Chivas está bajo en la parte física y táctica, y actualmente están enfrascados cuerpo técnico y jugadores en el conocimiento mutuo.
El presidente deportivo Rafael Lebrija parecía un sonriente candidato en campaña política. A su paso, los seguidores rojiblancos se le abalanzaron para saludarlo y pedirle títulos para el Rebaño. Dijo que le gustó el partido y se retiró contento por el punto logrado.
Fuente: La Jornada
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